The Old Dog
El Viejo Perro, desahuciado,
Llamó a su amigo, el Gordo Cerdo,
Que de amigo tiene poco,
Pero siempre tiene tiempo:
- Amigo, compañero, 
Me lo han dicho, estoy muriendo,
Y dispongo de un dinero,
Al que no hallo heredero.
- Viejo Perro, lo lamento,
Perro viejo, ¡qué tormento!
Yo le cuido sus cositas,
¡Y lo cuido ahora enfermo!
- ¡Mira cuan puerco te vuelves!
Para ti ningún centavo,
Solo vengo a invitarte,
¡A jugar mientras me acabo!
Llamó luego a Cualquier Gallo,
Hace años retirado: 
- Cualquier Gallo, gran respeto,
Disciplina es su legado…
-No me adule, qué cargoso,
Ahora soy ave de juego,
Y pobre de si hay un tramposo,
Que yo mismo prendo fuego.
Continuó entonces su listado,
Marcar número: Don Conejo...
Tan farsante, ¡tan pedante!
“¡No contesta este pendejo!".
¡Ring Ring! - Aló, ¿María Oveja?
- Con la misma, Perro Viejo
- ¿Cómo Usted lleva sus días?
- No me muero todavía.
La viuda escuchó espantada,
El diagnóstico fatal,
Comprometida con la urgencia,
Agendó encuentro final.
Al teléfono, - ¡Doña Pata!
¿Supo ya? Muero de viejo.
- Mi amigo, querido amigo,
¡Usted merece un buen festejo!
Toc, toc, - ¡Abre la puerta!
- Que deseas, Gato Negro...
- Negra tu suerte, Perro mañoso,
- Déjame en paz, guardo reposo…
- A mí no me engañas, Perro huraño,
Ya me contó la Pata Hocicona,
Que te queda en tiempo de humano,
¡Una semana moviendo la cola!
- Y por lo mismo, Gato intruso,
¡La curiosidad te matará un día!
Aún arriesgas a que te devore...
¡Aquí en mi casa con esa porfía!
- Vengo en son de paz anciano,
Vengo a desearte el eterno descanso,
Te extrañaré, aunque no me lo creas,
Fuiste perro de calle ¡y un perro manso!
- Te espero en mi adiós, Gato desgraciado;
Jugaremos Póker, tomaremos tequila;
Fumaremos Habanos, recordaremos la vida...
Será una noche de fiesta y vigilia.
Y así entonces se orquestó,
Una junta estrafalaria,
De animales y rivales,
¡Una noche extraordinaria!
Cualquier Gallo, serio y mudo,
Con la propia voz tragada,
Gordo Cerdo confundido,
Ha perdido otra jugada,
Don Conejo ha aparecido,
Sin permiso, sin perdón,
Doña Pata Hocicona, 
Habrá extendido invitación.
María Oveja, a la medida,
Hoy no viste algodón,
Y derrocha su alcancía,
Frente al Viejo Perro reclamón.
- Viejo Perro, ¡no te enojes!
Es un juego, nada más.
- No es un juego, amiga mía,
¡Es mi último al azar!
El Gato Negro, -que no es Negro-, 
No conoce la piedad.
"Mi amigo moribundo,
Merece un juego de verdad."
Y entre fichas volaron las horas,
Hasta que Cualquier Gallo nunca cantó,
Don Conejo contó mil historias,
Que todos oyeron mas nadie escuchó.
María Oveja gozó como nunca,
Se dentadura causó sensación;
Gordo Cerdo no entendió nada,
Y repitió cuatro veces ración.
Pata Hocicona se fue fascinada,
Ni recuerda cuanto contó,
Gato Negro ganó millonada,
Suficiente para un ojo o dos.
Perro Viejo lo perdió todo,
-Quizás esa fue su intención-,
Y esbozando una sonrisa,
Su corazón liviano durmió.
¡Un adiós! Para un conocido,
Compañero de este camino,
Para algunos, amigo elegido,
Para otros, simple vecino.
¡Un adiós! De sus pares dispares,
Que diferentes en todo -e iguales-,
Se despiden siendo ellos mismos,
Un adiós de animales leales.
Back to Top